viernes, 4 de marzo de 2011

El nihilista y la lluvia

La lluvia caía suavemente sobre el balcón, protegido tras las cristaleras y abstraído me encontraba yo mirando entre el estupor de las ensoñaciones como las gotas de lluvia caían suavemente formando manchas nítidas en la cristalera que se unían en las más imposibles y distorsionadas formas posibles.

Decidí tirar las colillas acumuladas de mi rebosante cenicero y mientras caminaba cual aparición fantasmal producto de sueño liviano y quizá de demasiados y solitarios brindis entre efluvios de aquel néctar ambarino, bourbon creo que se le llamaba, seguí pensando en que podría escribir, con suerte limitada.

Volví hacia el salón donde coloque el vacío cenicero, sobre el sofá se distinguía mi pequeño portátil con la maldita hoja en blanco en su pantalla y un libro.

Y entonces volvió de nuevo. . . .

De entre las gotas de agua apareció una figura, cual ánima, parecían formarla las gotas de agua que antes desordenadas se compusieron formado la nívea y espectral figura, figura clara de gran belleza con rasgos que más que humanos debían de pertenecer a un ángel pertenecer.
Como tantas otras veces que la vi, pensé que simplemente la locura me jugaba una mala pasada, pero aquello no podía continuar, debía enfrentarme a aquella visión de mi locura. Me acerque pues al ventanal y lo abrí mirando a frente a frente a la aparición que sonrió, la sonrisa más bella que pudiera yo haber visto en mi vida.

-Espíritu de la lluvia: Tardaste en decidir si salir, impúdica grosería me hubiera parecido si no lo hubieras hecho, te mereces un pescozón señorito-. Dijo con manteniendo su hermosa sonrisa
-Nihilista: Tu dirás.
-Vengo a traerte un mensaje en pulcro canto, canto que tu guardas oculto en algún lugar de tu ser, oculto en sombras que levantaste ante ti en tiempos pasados, vengo a traerte la vitalidad y la juventud que se ocultan bajo tal fachada de escepticismo e ironía.

-Si vienes a recordarme tormentos de mi juventud perdida que no oculta, debiera cerrar este ventanal, no necesito que nadie más que yo recuerde aquellos tiempos que recuerdo como una pesadilla fragmentaria e irreal, pero que se, que en verdad ocurrieron.

-No vengo a recordarte tiempos pasados, sino emociones pasadas, perdidas en los tempestuosos mares que te azotan sin mayor contemplación y que tratas de negar, o mejor dicho que privas de cualquier existencia.

-No se a que mares te refieres y tu charla llega a exasperarme, quizá debieras volver al mundo al que perteneces, al mundo de los sueños, a las visiones fantásticas en las cuales desearía vivir pero que no son más que refugio de almas perdidas.

-Almas perdidas como la tuya, pero de nuevo mientes y mientes, no a mí, pues yo lo se todo de ti, de antes nos conocemos de cuando las arenas se tornaron hielo, de la que decidiste muerte trágica cual griega epopeya.

-Mi alma yace moribunda, o quizá muriera haced tiempo, las emociones mueren en mi o quizá murieran tiempo pasado, ya no soy capaz de escribir como antes hiciera, no soy capaz de crear las melodías que antes brotaran en mi mente rápidas y fugaces, no soy capaz ya de amar, lo que quizás agradezco, pues no me trajo nada bueno aquello que los hombres llaman amor.

-Oh el amor, fuego eterno, llama de la esperanza, antídoto a todo mal conocido, oh dices que amar ya es imposible, pero cual bellaco vuelves a mentirte a ti mismo, amas y siempre seguirás amando, pudieras negármelo a mi pero quizás no a ellas.

Y la cara del espíritu de la lluvia comenzó a contorsionarse, transformándose en caras familiares ya lejanas en el tiempo, hablaron con sus voces, haciendo me volver a tiempos pasados, devolviéndome sentimientos pasados, alegría, vergüenza, pasión, traición y finalmente tristeza mientras veía en mi mente a todas estas figuras alejarse entre la niebla para jamas volver.

Abrí los ojos para encontrarme con perdidas lágrimas (¿o quizá fueran gotas de lluvia que aún caía suavemente?), surcando mis mejillas, la nívea figura me abrazo en un abrazo, mi corazón palpito fuertemente notando el confortable calor que emanaba de ella.

-Quizá cuando la lluvia acabe, tu mar vuelva a rugir tempestuoso pero mientras la lluvia caiga sobre tu dolorido corazón, recordaras quien eres.

Gire un momento la cabeza y encendí en mecánico movimiento un cigarrillo, al volver la cabeza ella comenzó a desvanecerse junto a su sonrisa. . . .

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Fdo: El mismo de siempre quizá ahora algo más fuera de su escaso raciocinio
Dedicado a mi querida amiga Fátima que me inspiro con su último articulo
Bso del artículo:
-Sonata Arctica: Talullah
-Incubus: Love Hurts
-Radiohead: Creep y Karma Police

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1 comentario:

  1. Too beautiful, gracias por la dedicación. :)

    Solo he visto fallitos de redundancia y de no revisar el texto xD ¡Me ha encantado!


    Graaacias:D

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