jueves, 16 de septiembre de 2010

Nivel 5 de Paranoia- Dios sobre el papel

Comencé a leer por el mismo motivo por el que paulatinamente he comenzado a escribir.
Porque tengo un conflicto con la realidad.

No es original mio, pertenece a un gran escritor/periodista español, y es cierto en la mayoría de casos, ¿porque comencé a leer? porque estaba cansado de mi deprimente realidad, empece a leer aproximadamente a los cinco años, por aquel entonces ya había tenido mis problemas con la gente, mi figura gorda como una jodida pelota de baloncesto y una personalidad introvertida no ayudo a cuajar una relación sana con la mayoría de niños.

Y los años pasaron y devoré todo lo que caía en mis manos, desde viejos clásicos como La Isla del Tesoro, Robinson Crusoe, la colección entera de Manolito gafotas y un largo etc.

En el instituto se hizo patente el cambio, entraron Asimov, Lian Hearn, Tom Wolfe y su "La Hoguera de las Vanidades", Andrezj Sapkowski y otros grandes, pero con otro tono, más adulto.

Pero aquello no fue todo, empezó como una aburrida clase de Lengua, para vencer al sueño que me llamaba cogí el boligrafo y abrí la libreta por una página, una idea relampagueo iluminandome la mente, la idea comenzo a extenderse, infectandome el cerebro nervio a nervio, conseguí plasmar la idea en el papel, de manera muy pobre, pero eso fue el principio.

¿Y porque comenzó a gustarme cada vez más escribir?

Porque era otra liberación, leer no era suficiente, quería crear mundos, manejar el destino de los personajes como si de mis marionetas se tratasen, primero de forma benevolente, luego, digamos que se ha retorcido cada vez más.

A cada golpe que he recibido en la vida se sucedían ideas, el hecho era simple, refugiarme en mi propia imaginación me reportaba mayor placer que pensar en el dolor de la humillación diaria, y a cada golpe mi literatura se recrudecía por impulso.

Y aún me refugio manejando el destino de mundos enteros, de personas y entes, manejando sus destinos de la forma que a mi más me plazca y desee. Como un Dios Sobre Papel