Historia a entregas

Se me ha ocurrido una idea para una pequeña historia, y he decidido ponerla en mi blog. . . para rellenar, aquí os dejo la primera entrada
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El café estaba abarrotado, con cara seria una mujer miraba entre las mesas al parecer buscando a alguien, medía un metro setenta aproximadamente, tenía el cabello de color castaño oscuro que llevaba corto y suelto, era de facciones esbeltas y rasgos delicados, nada más lejos de la realidad no se trataba de alguien corriente, la mujer se giro hacia mí, y yo sonreí, mientras se acercaba me gire hacia mi taza de café que tenía al lado de mi pequeño portátil, bebí un sorbo del amargo café solo y deje que la garganta sintiera el quemazón.

La mujer estaba levantada
-Siéntese agente Reed, no desearía que se cansara demasiado, tenemos que hablar-

-No creo que sea necesario, levántese le colocare las esposas y habremos acabado-

Ante tan comentario me reí con ganas, mientras la mujer me miraba con gesto extrañado yo presione una par de teclas de mi ordenador y luego me gire para enseñarle la pantalla de este.

-Supongo que se habrá dando cuenta de que sus comunicación se acaban de interrumpir, vera, cree este programa hace años cuando estudiaba en el MIT puedo aislar una frecuencia singular de entre todos los aparatos de conexión por satélite en un radio de cuatro manzanas, también debe saber que su equipo de francotiradores ha sido abatido en silencio por un pequeño grupo de especialistas que han tomado posiciones de francotirador, puedo demostrarlo con algún civil si así lo desea-

La agente se puso pálida y comenzó a sudar, había leído su historial hace una semana, era una novata dentro de la fuerza operativa de la interpol, sus calificaciones eran buenas, pero no sabían a qué agujero de mierda la habían enviado, o quizá sí.

-Bueno agente Reed ¿podríamos tutearnos?, supongo que ya lo sabrá pero mi nombre Michael, ¿puedo llamarla a usted Alisson?-

Alisson se había sentado y trataba por todos los medios de mantener el control sobre si misma
-Llámeme como desee Michael, eso no quita que su posición es cada vez más delicada, ¿Por qué no se entrega y me facilita las cosas?, quizá se podría entregar antes de que le pase algo peor.-

-Conozco la directiva 450-D, también sé que si me entrego me matareis de todas maneras, no se olvide de con quien está tratando Alisson, ¿Quiere que le pida un café?-

-No, ¿si no se quiere entregar entonces porque solicito una reunión?-

-Muy simple, me gustaría entregarles pruebas de que su director el que fue asesinado por un francotirador en Saô Paulo hace dos meses-

Alisson me interrumpió

-Que usted asesino en Saô Paulo hace dos meses-
Sonreí y continúe

-Que asesine en Saô Paulo hace dos meses si asi lo prefiere, estaba robando información clasificada para venderla a empresas de seguridad privada, dicha información les permitiría tomar acciones que corresponden oficialmente al cuerpo de Marines de los EE.UU., para luego llevarse el merito en los medios haciendo así más fácil la aprobación de la ley de privatización del ejercito-.

Mientras Alisson se quedaba muda y de una pieza le coloque lentamente el lápiz de memoria y en su mano. Tras quedarse un momento callada dijo muy bajito.

-Eso no evitara que al final le cacemos Michael, sea o no verdad esto sus días vivo están contados, ¿Por qué lo hace?-

-Usted seguro que sabe pero de memoria todos los crímenes de mi historial, ¿pero le han invitado sus superiores a buscar un móvil para ellos?-

-Eso no es de su incumbencia-

-Si no quiere seguir hablando váyase entonces, y cuídese agente Alysson-

La mujer se levanto y tras lanzarme una última mirada que no pude descifrar se marcho lentamente, apague el portátil y lo metí en la maleta, me coloque bien la corbata de mi traje y saque un cigarro de la pitillera, que encendí, y sin más dilación salí del café